Ayer saludé a un amigo que tenía unos días de no saber de él. Y es que él andaba casi casi de luna de miel.
Lo saludé le pregunte cómo estaba y me sale que ya esta viejo y necesita casarse.
Oigo esos comentarios y me enojan, me deprimen. Él tiene una relación padre y que le han demostrado que lo quieren; me sale con eso, pues si me enoja y me deprime. No sé, me pone de malas, que digan que porque ya estan viejos ya es necesario casarse. Aaaaaah si es más chico que yo y siempre ha habido una chava a su lado queriéndolo un buen. Me choca eso.
Pero lo peor del caso es que caí en ese mundo depresivo y empecé a lamentarme de lo que no tengo y olvidando TODO lo que tengo y que es un buen. En estos días me he sentido bien, raro porque traigo un buen de broncas, miles de cosas pendientes y una bateada más.
Pero estoy optimista estoy aprendiendo un buen de cada cosa que pasa a mi alrededor, valoro más un "te quiero" "estoy contigo", "hola", "besos", todas esas pequeñitas cosas que nos hacen tan humanos. También estoy aprendiendo a decirlas y a buscar a quien he olvidado; quizás son las fiestas decembrinas que ya se dejan ver en las ventanas de los hogares o simplemente me percaro de todos esos detalles :)
Pues después de todo eso me llega un power point muy fuerte, pero que me llegó justo en el momento.
Por qué las diferencias?
Yo me preguntaba mucho el por qué, mejor me pregunto cómo hacerlas menos. A dejar mi egoismo a un lado. Dejar de llorar por quien no quiere estar conmigo y sonreir a quien me saluda y quiere compartir un momento de su vida conmigo.
Mejor comparto un rato agradable, todos son bienvenidos.
Abrazar a quien lo necesite.
Estar con quien me necesite.
Agradecer cada bocado que como.
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