Hoy sentía que necesitaba decirte algo, pero me detenía mucho en escribirlo; entonces leí “Dí todo lo que tengas que decir, calla todo lo que tengas que callar”, al verlo le pregunté a la persona que lo tenía asignado como su nick:
Y cómo saber la diferencia entre qué decir y qué callar?
Me contestó:
Como algunas verdades
Pensé:
Eso es tan relativo, cada quien tiene su verdad.
Después de meditar, comer y lavar mi ropa, salió este pequeño pensamiento:
Pero lo que tenía que decir era mi verdad, es lo que siento y qué es lo que siento?
Que te extraño, pienso que lo que dices que soy orgullosa, es por no admitir que cause daño y no me atrevo a pedir perdón; porque no me atrevo a pedir perdón? Por mi inseguridad a ser menos? Y así me voy preguntándome y contestándome con preguntas que siento que sólo tienen una respuesta: "miedo"
La palabra miedo me alejó de ti, el miedo es el que me impide escribirte, miedo a que como eres seco no entiendas mis palabras, miedo a un rechazo más.
En resumidas cuentas te extraño, te quiero y aún así tengo miedo, esa es mi verdad, me atreveré a decirtela, aún no lo sé.
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2 comentarios:
Pienso que el reconocer que cometiste un error y pedir una disculpa no te hace ver inferior, al contrario, habla de una persona superior.
Intentanlo, si no funciona por lo menos te quitaras el peso de encima de "¿Y SI LE HUBIERA DICHO?".
Saludos
Pero llega el chingadazo después de "Para que hablé"; calladita me veía más bonita.
Confirmando con eso, que el miedo viene de nuestra parte animal; esa que nos alerta de algo que nos puede causar daño; ese instinto que a veces lo llamamos corazonada.
Hay que aprender de nuestra parte intuitiva. Aquella que está menos maleada.
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